El Hombre Como Ser Material y Espiritual
El hombre como ente creado a imagen y semejanza de Dios es un ser
material y espiritual; individual y al mismo tiempo social; capaz de cometer
males y muchas veces auto dañarse; soberbio, tiende a equivocarse y a elegir el
mal porque está inmerso en error y muchas veces puede rechazar hasta su mismo
creador. Constantemente busca su felicidad, bienestar pleno que con su buen
obrar en la vida terrenal hallará en una vida futura.
Por lo
tanto el mismo cuerpo, como el alma tiene que trabajar en armonía. No se puede
escoger a uno sobre el otro. Tienen que estar ambos unidos y compenetrados.
Solamente así podrá cumplirse la misión del hombre aquí en la tierra, para la
cual fue llamado. Dicha misión consiste en
espiritualizar lo que es material aquí en la tierra, comenzando por él
mismo y después por los demás.
Asimismo,
esto no es fácil ya que nuestro cuerpo trabaja con herramientas diferentes al
alma. El cuerpo se conduce por los cinco sentidos, oído, tacto, olfato, vista,
gusto. Estos son sensoriales. El alma trabaja con lo supremo, con las
emociones, conciencia, inteligencia, y lo más importante, con lo sublime y las
fuerzas Espirituales.
Todo
lo que se hace aquí en la tierra debe de estar en sintonía. Tenemos que vivir y
enseñar a otros a vivir el aquí y ahora, haciendo que este mundo material y
físico sea un lugar mejor en cuanto a las cosas espirituales. El cambiar las
vidas materialistas por vidas espirituales es uno de los propósitos que nos
tocó vivir y como ventaja obtenemos, las
enseñanzas de lo que es amor, la paz interna y por ende nos capacita para que
podamos aprender de nuestras experiencias diarias, ya que estas experiencias
son las que nos ayudan a crecer.