martes, 6 de marzo de 2012


El Hombre Como Ser Material y  Espiritual

El hombre como ente creado a imagen y semejanza de Dios es un ser material y espiritual; individual y al mismo tiempo social; capaz de cometer males y muchas veces auto dañarse; soberbio, tiende a equivocarse y a elegir el mal porque está inmerso en error y muchas veces puede rechazar hasta su mismo creador. Constantemente busca su felicidad, bienestar pleno que con su buen obrar en la vida terrenal hallará en una vida futura.
Por lo tanto el mismo cuerpo, como el alma tiene que trabajar en armonía. No se puede escoger a uno sobre el otro. Tienen que estar ambos unidos y compenetrados. Solamente así podrá cumplirse la misión del hombre aquí en la tierra, para la cual fue llamado. Dicha misión consiste en  espiritualizar lo que es material aquí en la tierra, comenzando por él mismo y después por los demás.
Asimismo, esto no es fácil ya que nuestro cuerpo trabaja con herramientas diferentes al alma. El cuerpo se conduce por los cinco sentidos, oído, tacto, olfato, vista, gusto. Estos son sensoriales. El alma trabaja con lo supremo, con las emociones, conciencia, inteligencia, y lo más importante, con lo sublime y las fuerzas Espirituales.
Todo lo que se hace aquí en la tierra debe de estar en sintonía. Tenemos que vivir y enseñar a otros a vivir el aquí y ahora, haciendo que este mundo material y físico sea un lugar mejor en cuanto a las cosas espirituales. El cambiar las vidas materialistas por vidas espirituales es uno de los propósitos que nos tocó vivir  y como ventaja obtenemos, las enseñanzas de lo que es amor, la paz interna y por ende nos capacita para que podamos aprender de nuestras experiencias diarias, ya que estas experiencias son las que nos ayudan a crecer.